29.12.14

Feliz año nuevo 2015



Queridos míos,



Este mensaje va para todos los que me recuerdan y a los que extraño tanto porque se encuentran lejos… nada sé de algunos de ellos, y aún así siempre están en mis recuerdos y en mi corazón… siempre.

Gracias a Dios, me siento muy bien. Pero los extraño. Es que para sentirme así, antes, el mes pasado estuve gravísima con un factor negativo que no conocía. Estuve largo tiempo ignorándolo, hasta que un día sentí que me moría. Pero acudí al Hospital Naval y me chequearon de cabeza a pies. Hoy me siento muy bien. Estoy tranquila y contenta. Me siento rodeada del amor de todos los cercanos y extraño a los lejanos.

El día de Navidad, en la tarde, estuve rodeada de siete biznietos, mis nietos y mis hijos. Un regalo de Navidad del gran “amor de todos” ¿Qué más puedo pedir? Aquí en mi dormitorio -donde tengo una gran ventana que me permite gozar del paisaje, con enormes árboles y un hermoso parque, con un sin número de pajaritos que creo que ya me conocen porque no se asustan cuando me asomo a verlos-, siento mucha paz.

No me puedo quejar de la vida. Aún estoy en condiciones de caminar, salir -bajando escaleras casi sin ayuda- y recrearme en los alrededores cuando salgo a dar una vuelta.

La Misa de Navidad fue algo maravilloso. Además del numeroso grupo de creyentes que se encontraba hasta la puerta del jardín de la entrada, los coros de niños y el hermoso templo muy iluminado, mi hijo César se superó con su habitual y fervorosa manera de celebrarla, con gran alegría y fervor. Algo inolvidable.


Además, deseo que este nuevo año sea como dar un nuevo paso al futuro, y estoy deseando, con toda mi fe, que ese futuro nos traiga la esperanza de un cambio. Que para vivir pensando en positivo, este año 2015 sea el precursor de una esperanza que todos esperamos y necesitamos.


Y siguiendo mi costumbre de siempre, desearles un Feliz año nuevo 2015.



Con todo mi amor,



Cucha

Diciembre del 2014

29.7.14

Con todo el corazón

Querida familia y amigos, 

Con todo el corazón e inmensa felicidad les hago saber que el día 9 pasado nació Rodrigo, mi biznieto 23, hijito de Carlos y Silvanita, mis nietos.

El Señor con su infinita bondad sigue aumentado mi inmensa y amada familia. Ayer lo conocí y es un bello muñequito. Espero pronto poder estrecharlo junto a mi corazón.

Con todo mi amor y alegría para ustedes, deseándoles la bendición del Señor y que me acompañen en mi inmensa alegría.

Con un beso,

Cucha

Julio del 2014

1.5.14

Un premio invalorable para nuestra fe

Un premio invalorable para nuestra fe ha sido para el mundo cristiano haber asistido a los momentos de intensa emoción de la ceremonia de Santificación de los venerables -y ahora santos- Papas Juan XXIII y Juan Pablo II. ¿Quién mejor que yo para certificar que la santidad de nuestros Papas es merecida? Ya que en mi caso por segunda vez veo su celo y siento su amor al haberme librado de tremendas consecuencias.

Mi primera experiencia ya la hice saber a través del escrito que les envié titulado “Volví a Vivir” el año pasado, y en la actualidad, hacen pocos días, deseando bajar por una escala mecánica de uno de los establecimientos actuales, resbalé y perdí el equilibrio. Me sentí en el aire, girando sin rumbo y caí de espaldas. En segundos que me pacieron siglos sentí que me levantaban. No puedo convencerme hasta ahora de cómo es que no haya tenido un mal fin, puesto que aún siento la sensación de algo indescriptible. Me di cuenta de que estaba entera pero golpeada y de las marcas de los escalones en la espalda. Mi mano estaba horriblemente hinchada

¡Y aún dicen que no existen los milagros! Yo estoy segura de que los Santos Papas me han sostenido con su infinito amor y han intervenido por mí. Ahora me siento bien y ayer he gozado doblemente de las vistas de la ceremonia majestuosa de fe, amor y agradecimiento de los miles de fieles que asistieron y otros muchísimos que, como yo, hemos estado con el alma y el corazón siguiendo toda la ceremonia de la Santificación de nuestros amados Juan Pablo II y Juan XXIII. Y aún recuerdo cuando estando en Roma tuve la infinita felicidad de estar casi al lado el Santo Papa Juan Pablo II.

Que Dios los proteja de todo mal y los bendiga.

Con todo mi cariño,

Cucha

Abril del 2014

24.4.14

Un artículo que le brindo al inolvidable “Gabo”

Si bien es cierto que desde muy niña mi atracción por la lectura fue para mí el principal motivo de aprendizaje -aún recuerdo que la primera obra que leí de la famosa colección del escritor Emilio Salgari fue “Pescadores de ballenas” (tendría 9 años)-, fue el inicio de mi gran afición por conocer mundos insospechados y personajes a los que aún recuerdo con admiración y cariño. El gran “Gabo” fue para mí uno de mis predilectos.

No olvido como fui incursionando en “Cien años de soledad” con ”Macondo”, su ciudad preferida e imaginaria en la obra. Y más aún, para entenderla mejor, la volví a leer más tarde; lo mismo que “Crónica de un muerte anunciada” que me llegó al alma por la sin razón de todo un pueblo que a pesar que sabía que el personaje principal e inocente iba a ser asesinado, nadie dijo nada. Me dejó con un sabor de amargura e impotencia.

Aún conservo una despedida del gran escritor hace algunos años atrás, cuando se le descubrió una enfermedad incurable. Sus palabras profundas, su valentía ante lo inevitable y el amor a sus lectores que reflejan esas líneas, lo hacen inolvidable para mí.

Ya descansa en paz, pero su legado quedará para siempre en mi corazón.

Adiós mi gran amigo (tengo las lágrimas en el filo de las pestañas).

Los quiero a todos,

Cucha

21 de abril del 2014

El cumpleaños 95 - La Celebración